«El mal tiempo no impidió la celebración del rito de rodar la naranja.»

El mal tiempo reinante en la tarde de ayer, con frío intenso y lluvia ininterrumpida, no acobardó a los numerosos lermeños que acudieron a las inmediaciones de la Ermita de San Antón a cumplir con la tradición de rodar la naranja.

Este rito festivo no tiene muy claros sus orígenes, que algunos sitúan a principios de Siglo XVII, con motivo de las festividades organizadas para celebrar la declaración de Lerma como Villa.

Lo cierto es que, bajo la organización de la Cofradía de San Antón, esta fiesta cada año gana en participación y en vistosidad, acudiendo cada cita un número mayor de niños y niñas de Lerma y sus alrededores, que cumplen la tradición de rodar la naranja en las laderas próximas a las ruinas del Convento de San Francisco y la Ermita de San Antón.

La fiesta, amenizada por dulzaineros, finaliza al calor de una buena fogata en la que previamente se han asado costillas y demás derivados del cerdo, bajo la supervisión de los componentes de la Cofradía de San Antón.

Pincha aquí si quieres visitar el reportaje fotográfico de la edición 2006 de la fiesta de San Antón.

Recuerda, el 17 de enero, tienes todos los años una cita:

¡Ven a Lerma a rodar la naranja!

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