Infantiles
El aro
El Aro es otro ejemplo de juguete fabricado con elementos cotidianos. Había aros de diferentes diámetros y materiales, en función del origen de los mismos. Los aros de metal procedentes de los bordes de los cubos de cinc tenían un diámetro entre 30 y 35 centímetros, mientras que los de madera de los bordes de lo cunachos o canastos superaban con creces el medio metro.
Pero los que se llevaban la palma, en cuanto a tamaño, eran los de hierro construidos o adaptados a partir de los aros de los toneles, a los que a su gran diámetro había que añadir el ancho de la banda de rodadura, que los convertía en aros estables y de fácil rodadura.
Para que los aros se deslizaran bien había varios sistemas para su guía dependiendo del tamaño del aro.
Los aros más pequeños se guiaban con una vara larga, con un alambre curvado en su extremo, formando una U, que se deslizaba por el aro para controlar su verticalidad. Los aros más grandes, como los de madera de los cunachos, se manejaban con la mano, mientras que en el caso de los aros grandes de metal se les llevaba con un palo, que servía de acelerador y freno a la vez.
El juego consistía en realizar carreras, una detrás de otra, hasta caer agotados, o simplemente ir corriendo e grupo por las calles del pueblo arreando a nuestros aros, procurando que se desplazaran rectos y no se escaparan a nuestro control
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