Infantiles
Los remeros
En las tardes lluviosas de primavera era normal jugar a alguno de los muchos juegos de interior, entre los que destacaba por su sencillez el de los remeros.
Consistía este juego en sentarse en el suelo una fila de chicos, con las piernas rodeando al compañero de delante, y a las órdenes del jefe simular los movimientos de los remeros de una trainera.
El jefe iba marcando la cadencia del remado, y a veces era frecuente que la fila se rompiera por falta de coordinación o por el cansancio de alguno de los remeros.
En este caso, los que habían provocado el ”naufragio” pagaban una prenda, y se volvía a empezar el juego.
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