Infantiles
A la silla de la reina
Sencillo juego de motricidad que consistía en que dos jugadores entrelazaban sus brazos, formando una silla en la que se sentaba otro jugador al que se le daba un paseo cantado esta canción:
A la silla la reina,
Que nunca se peina.
Si se peinaría
Más guapa estaría
Un día se peinó,
Cuatro pelos se peinó,
Cuatro piojos se sacó.
Uno, dos, tres y cuatro.
El juego acababa cuando la “silla“ se rompía por cansancio o falta de coordinación entre los jugadores que la formaban.
A veces, más que n juego era una forma de pagar prenda.
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