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“Con la Igualdad no se juega”
“La Tanguilla” se suma a la campaña de los museos en pos de que estos centros se conviertan en auténticos espacios de igualdad
La Asociación Cultural “La Tanguilla” (ACLT) de Aranda de Duero, no es ajena a las muchas realidades sociales que le rodean. Es por ello que una vez más ha querido subirse a un carro que cada vez circula con más fuerza y convencimiento: el de la igualdad. La cita, la tarde del pasado martes día 16. Lugar, el Museo de Juegos Tradicionales de Aranda de Duero. Motivo: charla-coloquio titulada “Con la Igualdad no se juega”. Ponente, Carlos de la Villa Porras, presidente de esta Asociación arandina.
La red de museos de España ha puesto en marcha la campaña “Con la Igualdad no se juega”, y nuestra Asociación, junto con el espacio “A Cántaros” de Peñaranda de Duero”, han querido sumarse a la misma con una determinación absoluta. Para ello organizaron en la tarde del pasado martes día 16 de enero una charla-coloquio titulada “museo de juegos tradicionales, un espacio para la igualdad”. El ponente fue Carlos de la Villa, que quiso debatir sobre este asunto y la importancia del juego tradicional en la formación de la personalidad del ser humano.
Al dirigente ribereño le sorprendía que en pleno siglo XXI aún se tenga que seguir hablando de igualdad. “Desde el primer momento en los juegos tradicionales está bien presente el concepto de igualdad, a la vez que el de la proporcionalidad en los comportamientos e todos aquellos y aquellas que juegan”, remarca.
De la Villa Porras hizo especial hincapié en varios aspectos del juego tradicional que le hacen merecedor de verdadero adalid de la igualdad. “En primer lugar se plasma la igualdad de género sin ninguna duda. Todos juegan juntos, niños y niñas. Los juegos en los pueblos pequeños se realizaban en común. Se trataba de una microsociedad en la que todos sus integrantes eran aprovechables. Todos y todas se sentían iguales. La mayor parte de los juegos eran compartidos entre chicos y chicos. Y además de poner en valor el concepto de igualdad también se ponía el de justicia”, refrenda este amante de los juegos.
Otro hecho de relevancia es que el juego produce un acercamiento intergeneracional. Provoca la interacción entre un mismo núcleo familiar.“La propia condición de los juegos es una barrera contra el acoso. Los juegos tradicionales limitan de manera paulatina la acción de los niños acosadores. Y todo ello merced a los juegos paradógicos o cooperativos. Los papeles se mezclan. A la vez un jugador desempeña el papel de verdugo, y en otro momento el de víctima. Ejemplos hay varios como El cortahilos, zorros y gallinas, el parchis…”, indica Carlos de la Villa.
“Por el origen. Los juegos tradicionales son similares en todo el mundo, y ese afán de diferenciarse lo que provoca es el distanciamiento entre unos y otros. Semejante proceder conlleva grandes desigualdades. Desde La Tanguilla lo combatimos con la realización de talleres sobre juegos tradicionales del mundo. Nos brinda la confluencia del juego, no el alejamiento”, apunta nuestro compañero.
“El status es también otro factor desequilibrante de la igualdad que debemos manejar con mucho cuidado sino querremos que se nos vaya de las manos. Y en esta misma línea no podemos pasar por alto la igualdad de oportunidades, de trato con el objetivo de intentar llegar a la equidad, que es el estado idóneo. Según el escritor francés Víctor Hugo la primera igualdad es la equidad. Pues yo estoy convencido que es al revés, y en los juegos se da muy a menudo”, sostiene con pasión el presidente de La Tanguilla.
Debate apasionado
Una vez que se entró en materia, y Carlos de la Villa puso los elementos precisos para que la gente que se acercó al Museo entrase en harina, el debate fue muy interesante. Algunos de los allí congregados pusieron en valor “la necesidad del juego para educar en igualdad. La educación como aspecto clave para alcanzar la plena igualdad. O que la igualdad plena se alcanza cuando se aplica con equidad”, señalaron algunos y algunas.
La charla coincidió con la publicación en los medios de comunicación nacionales en ese mismo día las conclusiones de una encuesta del CIS en la que el 44,4% de los hombres y el 32% de las mujeres se quejaban de que los hombres están siendo indiscriminados en nuestro país. Vamos, poco más o menos que se está, produciendo una involución. Ante estos datos tan reveladores la mayor parte de la gente allí congregada puso pie en pared y dijo sin contemplaciones “que algo se estaba haciendo mal para que estas cifras afloraran”. Para intentar frenar dicho parecer alguno echó la mirada hacia los países nórdicos y a la enseñanza libre, que pone en valor la interacción en el ámbito educativo y lúdico, como elemento decisivo para acabar con este individualismo social imperante y que tanto daño nos hace, sobre todo en el ámbito de la igualdad”, manifestaron.
Y para terminar la cita, se puso como ejemplo el mundo delos bolos, paradigma de los juegos como elemento feminizado. “En Aragón hay un juego de bolos que solo juegan mujeres y no permiten la participación de los hombres. Se trata de un ejercicio de rebeldía, de libertad, de evasión que realza la pujanza femenina en un juego que aparentemente puede parecer netamente masculino. Se trata de situaciones que nos viene a decir que la igualdad debe estar presente en todos los órdenes de la vida y, por supuesto, en los juegos también”, demanda Carlos de la Villa.
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