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La Tanguilla inicia la I Escuela de Verano Internacional de Juegos Tradicionales “Iberia Ludens”
Delfín Ortega Sánchez, vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes de la UBU, abre el curso con una conferencia titulada “Dimensión educativa y orientaciones didácticas para la implementación del juego tradicional en el aula”
La teoría y la praxis conjugaron durante la jornada inaugural de la I Escuela de Verano Internacional de Juegos Tradicionales “Iberia Ludens” (I EVIJT Iberia Ludens) que ha puesto en marcha la Asociación Cultural “La Tanguilla” de Aranda de Duero. El vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes de la Universidad de Burgos (UBU), Delfín Ortega Sánchez fue el encargado de abrir la cita. Junto a él estuvo el concejal de Cultura, Educación, Festejos y Hermanamientos del Ayuntamiento arandino, José Antonio Fuertes Escusol. Esto en el hotel Área Tudanca, mientras que por la tarde, en las instalaciones deportivas del Inacua, se procedió al debate sobre cómo llevar a cabo una clasificación “razonable” de los diferentes juegos tradicionales.
La Asociación Cultural “La Tanguilla” de Aranda de Duero tenía muchas ganas de realizar una Escuela de Verano sobre Juegos Tradicionales, uno de los pocos retos que le quedan por asumir después de casi tres décadas de existencia. Pese a contar con experiencia sobrada en organizar eventos de toda índole, los nervios estaban a flor de piel. “Los días previos han sido muy largos y estresantes, pero una vez que hoy hemos arrancado las actividades programadas nos hemos liberado”. Más claro no puede ser Carlos de la Villa Porras, presidente de la Asociación.
Algo más de una treintena de personas, en su mayor parte docentes, procedentes de todos los rincones de la geografía nacional se han inscrito en esta Escuela con la intención de seguir aportando conocimientos y dispuestos a debatir sobre este interesante mundo de los juegos tradicionales. Una tercera parte del grupo son mujeres, “lo cual es de agradecer”, indica De la Villa. Desde hoy miércoles día 10 de julio y hasta el próximo sábado día 13, estos expertos en la materia se dedicarán a continuar con su aprendizaje “lúdico”, tanto desde la vertiente académica como la empírica. “Esto es un aprendizaje continuo, y siempre es bueno interactuar con otros compañeros y compañeras de diferentes latitudes”, remarca Gregorio Cámara, secretario de La Tanguilla y director del Museo de Juegos Tradicionales.
“Las parcelas de mi Concejalía están representadas en vuestros juegos”
El pistoletazo de salida, que tuvo lugar en el Hotel Área Tudanca de Fuentespina, corrió a cargo del concejal de Cultura, Educación, Festejos y Hermanamientos del Ayuntamiento arandino, José Antonio Fuertes Escusol. Este hombre, que pese a su ajetreada agenda quiso estar presente en la inauguración oficial, fue rotundo en su breve alocución. “La gente de La Tanguilla recoge todas las áreas que engloba mi Concejalía. Sé que tienen un gran bagaje tras de sí y estoy convencido de que esta Escuela va a resultar todo un éxito. Bienvenidos a esta villa y espero que todos y todas las personas que vais a estar entre nosotros estos días le saquéis el mayor partido posible a esta actividad”, señaló.
Luego, durante la sesión vespertina que tuvo lugar en las instalaciones de Inacua, el concejal, con atuendo deportivo para la ocasión, no quiso perderse el debate que se preparó sobre cómo intentar clasificar las diferentes modalidades de juegos tradicionales que existen. Sin duda, una tarea ardua.
“Los juegos tradicionales se merecen un mayor reconocimiento en nuestro país”
Tras la obligada presencia oficial, le tocó el turno al ámbito académico. Ahí entró en escena el vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes de la Universidad de Burgos (UBU), Delfín Ortega Sánchez. Este humanista disertó sobre “La dimensión educativa y las orientaciones didácticas para la implementación del juego tradicional en el aula”. Lo primero que dejó bien patente es que “los juegos tradicionales se merecen un mayor reconocimiento en nuestro país y en el resto del mundo”. Para añadir que “incluso desde el Consejo de Europa hacen hincapié en ello, pero por desgracia no cristaliza en los proyectos educativos curriculares de los colegios”.
En su conferencia manifestó que los juegos tienen una gran incidencia en muchos campos de nuestra existencia, y todos ellos impactan positivamente. Es por ello que destacó cinco campos fundamentalmente donde tienen incidencia. Su desarrollo favorece numerosas capacidades del ser humano. En primer lugar, la psicomotricidad, tanto la lateralidad como la coordinación dinámica general y manual. El equilibrio y la estabilidad corporal es el segundo. En tercer lugar, el desarrollo cognitivo. La socialización va en cuarto lugar, ya que activa la cooperación y el respeto. Y por último mejora considerablemente la salud mental y la salud emocional. “En definitiva, los juegos tradicionales juegan un papel fundamental en el desarrollo personal y motor de los niños y permite la regeneración de los valores y el patrimonio cultural”, sostuvo el profesor de la UBU.
Delfín Ortega, en aras a introducir un aspecto más de debate entre los asistentes a la Escuela, desde su punto de vista dejó caer los diferentes desafíos que plantean los juegos tradicionales desde el patrimonio cultural y, por ende, las oportunidades que brinda. Lo más relevante, las limitaciones formativas docentes. “Falta formación en este campo entre las y los profesores”. Existe una escasa adaptabilidad a las métricas educativas estandarizadas. Ausencia de evaluación de la implementación de los juegos tradicionales. “Pero sobre todo, el principal desafío es la acuciante falta de recursos y materiales para la enseñanza, implementación y contextualización de los juegos tradicionales en los centros educativos”, significó.
Por último, el vicerrector de la UBU puso en valor el amplio abanico de oportunidades que apuntan los juegos tradicionales. “Pero para ello se antoja determinante la colaboración intersectorial entre asociaciones, sistema educativo, patrimonio e instituciones. Si lo logramos habremos dado un paso de gigante en la imbricación de los juegos en nuestra sociedad”, subrayó. También ha apuntado la justificación de la integración curricular de estos juegos de una forma decidida y clara. “Para conseguirlo hemos de implicar a toda la comunidad en el desarrollo de los mismos. Y por último, hacer un uso razonable de las TIC. Las nuevas tecnologías pueden ser de gran ayuda en este objetivo”.
Clasificar los juegos tradicionales, una utopía vespertina
La sesión vespertina se desarrolló en las instalaciones del Incua de Aranda (complejo deportivo Michelín). Allí Carlos de la Villa se encargó de activar un intenso e interesante debate sobre cómo se pueden clasificar los juegos tradicionales, o si es necesario proceder a dicha clasificación. Los pareceres eran diversos, pero sirvió para poner sobre el tapete un aspecto más de la diversidad que entrañan nuestros queridos juegos.
Tras la dialéctica se pasó a la fase empírica. Todos y todas las participantes descubrieron, de la mano de Víctor Baroja, presidente de la Federación Catalana de Juegos Tradicionales, en qué consiste el juego marinero de “La Morra”. Tras unas pinceladas sobre su historia y orígenes, nuestro compañero y profesor de la Universidad de Vic, se fajó para intentar comprender este endiablado juego de suspicacias e ingenio. Tras darnos las pautas necesarias se paso a la práctica y, la verdad, resultó muy enriquecedor. La pasión que se genera con él es muy gratificante. Eso sí, no es apto para gente con problemas cardiovasculares.
Y para cerrar la jornada de tarde, Baroja nos enseñó una faceta nueva de un juego tan conocido como el de “Piedra, papel, tijera”. “Vamos todo un acierto para cerrar una jornada muy instructiva para toda la concurrencia”, ahondó De la Villa, muy satisfecho por cómo se había desarrollado el día.
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